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domingo, 8 de febrero de 2015

2015 "LA NIÑA BONITA"

Tras un mes de vacaciones deportivas nos disponíamos A desplazarnos de nuevo a Ecija y reanudar nuestra aventura en la liga semi-local de la Ciudad del Sol. A las 8:10 de la mañana quedamos en la sede perejiana, Lucas, Pedrito y un servidor, a fin de representar a nuestro joven club y cumplir con el calendario frontenistico, dar la cara, aunque nos la partan y pa...sar una mañana amena y entretenida con nuestros amigos de allí.
Si ya íbamos con un ligero retraso de 10 minutos sobre la hora prevista de partida, va y nos topamos con un control de alcoholemia que, nuestros parientes más cercanos, tenían instalado a la salida de la capital hispalense. Pensé por un instante que nuestras caras frescas y limpias, como cogollos recién lavados, y nuestros uniformes deportivos servirían de salvoconducto para eludir la parada obligatoria y continuar nuestro viaje sin mayor contratiempo que una ligera inspección ocular; demasiado optimista mi pensamiento. Pedro abrió la ventanilla y cortés y lúcidamente le dio al lechuga de turno los buenos días, a fin de que se ahorrase la molestia y la boquilla. También le insinuó verbalmente nuestras prisas de que nos esperaban en Ecija para jugar al frontenis, pero parece que la sopladora se la sacan de la manga, como un mago, y sin darnos cuenta ya la tenía en la mano ofreciéndosela, con el deseo oculto de engordar una estadística, la cuenta bancaria de la DGT y su currículo personal y, al mismo tiempo que insertaba el aparatito en la misma y le instaba a soplar, sin pausa, añadió un comentario sorprendido al saber que en la Sartén de Andalucía había una cancha de frontón. - Si este ni bebe ni ná.- le referí para que no perdiera el tiempo ni nos lo hiciera perder a nosotros, pero ya Pedro soplaba como si inflara un globo y como la maquinita obviamente no iba a mover ni un solo digito en breve nos dejarían ir, esta vez no lo pensé yo, sino su compañero de atrás del control que le apremió a que despejara el paso para evitar el colapso en la vía, ya que no estábamos en el arcén, graso error, en esta ocasión, haciendo caso omiso a su otro compañero lechuguino, le pedió el permiso de conducir. - No si al final llegamos tarde.- murmuró el resignado perejil que conducía. Moraleja: No le digas nunca a un guardia de tráfico que llevas prisa que es peor. jajaja. Yo estuve a punto de decirle ¡que somos perejiles! ¡perejiles coño! ¡Casi parientes vuestros joder!`pero si lo llego a soltar hubiera tenido que añadir otra moraleja.
Bueno, lo positivo es que tengo, después de todo, material didáctico de primera línea que narrar y eso a mis "numerables" fans les complacerá y a mi también. Para resumir el viaje diré, y todavía no íbamos ni por el aeropuerto, que llegamos sanos y salvo aunque fuera del horario previsto, y que por el camino tocamos entre conversaciones una en referencia a la posible incorporación de última hora de nuestro compañero Fede que se ofreció, sin mayor garantía, de sumarse al viaje y que el presi inflexible ante su inseguridad whatsera, le declinó la oferta para ahorrarle preocupación de última hora. Creo que si hubiera dicho -Voy con vosotros.- la conversación del viaje hubiera sido a cuatro bandas en vez de tres, pero estamos tan susceptibles, por bobadas coleras, y malas interpretaciones que no se si nuestro compañero se quedó a la postre con ganas de venir pudiéndolo hacer, de ser así lo siento por él y, si nos echó una maldición le diré fue oída por el todopoderoso creador ya que el bar de "Las Niñas" estaba cerrado, creo que por defunción (del local me refiero) y acabamos desayunando irónicamente en casa "FEDE" con el pan mas duro que un cuerno y jamón de paletilla vieja cortado como el queso de gordo.
La mañana se presentó neblinosa y fría, marcaba el termómetro del coche 2 grado Fahrenheit y al llegar a la instalación deportiva vimos a un Juan Segura con las raquetas a cuestas. En la cancha calentaban golpeando la bola contra el frontis esperando el inicio del primer encuentro que enfrentaban a nuestro equipo contra "La Gente del valle". El frío reinante hacia que la bola describiera parábolas imposibles en el aire, más tarde me aclararon que la temperatura no era la causante de tan singular efecto sino la niebla, de todas formas con o sin ella no me queda otra que reconocer que aquí en Ecija juegan bien todos, “la Gente del valle”, “los Víboras”, ni hablar de “Los Cruzcampo”, “Intea” etc. si hubiera montañas hasta los montañeros jugarían bien. En fin si me diera vergüenza no me atrevería ni a escribir, pero así son las cosas hay que darle al Cesar lo que es del Cesar y, si no hubiéramos malos abría menos buenos. Tres set a cero nos endosaron estos chavales, con un zaguero que parecía el Clon de Segura en juego, un imitador perfecto pero más pequeño, porque tiene su escuela y su humildad y un delantero de patillas largas que nos castigó los riñones con bolas rasas a izquierda y derecha. Mejor papel hicimos, cuando abandoné el juego, ante los de Osuna, donde un generoso Agustín Cansino, después de ganar dos disputados set, dejó jugar a sus discípulos en un tercero que nos apuntamos a nuestro favor. Como es habitual también se dejó caer por el recinto un lesionado Rodrigo, que tuvo la gentileza de venir acompañado de una botella de Marie Brizard, no se si estaba medio llena o medio vacía, un debate de nunca acabar como el del huevo y la gallina. En otro momento le abría ayudado a disipar el dilema dejándola vacía del todo, pero he abandonado temporalmente todo vicio perjudicial para la salud y recuperar mi antaño don de voluntad, que no me hará recuperar la juventud pero si me ayudará a mejorar física y mentalmente y a tener menos roto un bolsillo ya de por si lleno de telarañas. También espero mejorar en el juego y si no lo consigo creo que terminaré mi carrera dando por culo a todos sacándome la licencia de árbitro y seguir en el candelero. A las 12 de la mañana nos volvimos para Sevilla, Pedro tenía prisas ya que tenía cita en la ciudad deportiva del Sevilla para vender ropa a los jugadores del F.C.
Mala suerte, lo siento amigo, te chafé el negocio, por mi mala memoria, ya que no llegarías a tiempo. A la salida de Ecija caí en la cuenta de que me había dejado la mariconera en el frontón por lo que tuvimos que cruzar de nuevo todo el pueblo para recuperarla. Salí corriendo y me cruce con la esposa y la hija pequeña de Juan Cruzcampo, dada mi prisa la saludé sin parar, perdón por mi descortesía porque es una mujer encantadora y competente. En ese instante la temperatura era mas templada, estaba empezando a calentar el Lorenzo y había atraído más ambiente y jugadores a la cancha. Cogí el bolso y les dije a los presentes que de vez en cuando me lo olvido también en casa de mi novia, claro que a esta la digo, a modo de disculpa y para quedar bien, que lo he echo adrede para volver y darla otro beso de despedida, pero que nadie se haga ilusiones que no lo echo esta vez por el mismo motivo y que no pensaba besar a ninguno. En mi carrera de vuelta oí a Rodrigo de lejos decir que si quería podía besar alguno, jajaja ¡otro día Rodri! hoy no. Que sea este año el de la niña bonita para todos mis amigos del frontenis, de Sevilla, Huelva, Marbella, Montefrío, Churriana, Almería, Jaén, Torredelcampo, Ecija; a los de Madrid, Valencia, Castellón, Murcia, y si me olvido de alguno me perdone, a todos en general, como representante y en nombre de todos los integrantes de la Huerta del Perejil. Un cordial saludo y hasta otra.

18 de enero de 2015 Murciélago loko.

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