Frontón Sierpes

Frontón Universidad Laboral de Sevilla

Frontones Histórico de Sevilla

EL PORVENIR, UN BARRIO CON IDEAS: FRONTÓN BETIS

Si tienen el gusto de pasear por el precioso barrio del Porvenir en Sevilla, en la intersección de la calle Diego de la Barrera con la pequeña calle Gonzalo Díaz se encontrará una nave utilizada hoy como almacenes  municipales y que durante un tiempo fue punto de partida del itinerario que cada año realiza la cabalgata de Reyes Magos que organiza el Excelentísimo Ateneo Hispalense. Bien, pues esa nave olvidada por la ciudad fue, en un tiempo no muy lejano, una de las  mayores  fábrica de ideas políticas instaladas en España. Vayamos por partes.

A las diez y media de la noche de un frío domingo de noviembre del año 1929 era inaugurado el Frontón Betis para deleite de la sociedad sevillana. Esta maravillosa obra del importante arquitecto de la época José Miguel de la Quadra-Salcedo y promovida por el entonces presidente del Real Betis Balompié, Ignacio Sánchez Mejías, venía a confirmar el progreso de una ciudad que, anclada como siempre en el pasado, aprovechaba el tirón de la Exposición Iberoamericana para conquistar el siglo XX. Y digo maravillosa si nos atenemos al artículo publicado por el Noticiero Universal de Barcelona con motivo de la presentación de tan magna obra:

“Bajo el puro cielo andaluz, yérguese en el barrio del Porvenir de la graciosa ciudad de Sevilla, un nuevo y majestuoso edificio construido con el objeto de cultivar en el juego de la pelota. Por las notas que tengo a la vista, puedo facilitar a mis lectores lo que sigue, si bien en crónicas sucesivas prometo volverme a ocupar, con más atención del Frontón Betis, título con que lo han bautizado.

Es según los datos y detalles que poseo, una magna obra que honra al artista que lo concibió. De grandeza insuperable. La cancha queda libre de toda columna, evitando molestias al público y dando más esbeltez al edificio. ¿Qué tal? Si no fuera por el temor de convertirme en imitador de elogios, me atrevería a decir que el Frontón Betis es el más bonito de toda la

península”. (ABC, 23 de noviembre de 1929)

Dicho edificio, situado en lo que era el Gol Sur del campo de futbol del Real Betis –Campo del Patronato, que llegaba hasta las instalaciones del  Real Club de Tenis Betis con un ancho que iba desde la calle Diego de la Barrera hasta la hoy calle Ramón Carande– cobijó los discursos de los principales líderes políticos de una época socialmente convulsa, y que desembocó en la guerra civil española.

Así, en una España que se acercaba al triunfo republicano, se organizó  en noviembre de 1930 un ACTO DE AFIRMACIÓN MONÁRQUICA donde se dieron cita todos los espectros monárquicos del país: desde la extrema derecha hasta la izquierda más radical –¡que también había monárquicos de izquierdas! – . Aquella mañana, que no cabía un alfiler en el Frontón, fue aclamado al aparecer en su palco el escritor gaditano José María Pemán, a la postre uno de los ideólogos del Movimiento que dirigiría los destinos de España durante más de cuarenta años. 

Apenas dos meses antes del alzamiento, con motivo de la celebración del 1º de Mayo del 36, se dirigían hacia el Porvenir obreros ataviados con banderas y pancartas provenientes de todos los barrios y pueblos de la provincia. Aquella fiesta, organizada a las diez de la mañana en el frontón, terminó con un muerto, en la plaza del Salvador, con motivo de la manifestación que los asistentes al mitin harían desde el Porvenir hacia el centro de la capital.

Tiempos en los que ese rincón, que ha visto pasar la historia de un barrio, abría sus puertas al mitin contrarrevolucionario, organizado por la Comunión Tradicionalista, en el que intervendría su jefe delegado, Manuel Fal Conde, quien por aquella época preparaba una sublevación propia contra la República instalada.

 Monárquicos, republicanos, revolucionarios, contrarrevolucionarios… Todas las arterias de las izquierdas y derechas españolas se acercaban al Porvenir con la ilusión de ver algún día el ideal de una  España, que se  habían fabricado bajo la bandera del odio al adversario.

Discursos como el de José María Gil Robles, defendiendo los derechos de la iglesia y el orden social.  Oratoria que provocó, quien sabe si por valor o por miedo, la negación de los vendedores de prensa a repartir ejemplares del periódico ABC. Aquel 5 de febrero del año 1934 fueron los propios empleados del diario quienes salieron a la calle para su reparto.

Exministros como José Calvo Sotelo, defensor de una monarquía autoritaria continuadora del legado de Alfonso XIII, cuyo asesinato a manos del adversario  provocaría la decisión del general Franco de unirse al Golpe de

Estado.

Presidentes como Diego Martínez Barrios, que en aquel mitin del Frente Popular – 14 de febrero de 1936– se negó a saludar puño en alto como le reclamaba el público asistente;  o como aquella mañana de marzo del 36, cuando al tomar la palabraJosé Antonio Balbontín, del Partido Comunista,  sonaron varios disparos, que provocaron la suspensión del acto y el traslado de un herido grave hasta la casa de socorro del Prado.

O qué decir de aquel 22 de diciembre de 1935 dondeJosé Antonio Primo de Rivera protagonizó uno de los más importantes discursos de su carrera política. Aquel “Ni derechas ni izquierdas: España”. Alocución que independientemente de la carga ideológica que se tenga, y se lo dice quien cree ser liberal, debiera ser leído y disfrutado por todos aquellos que  sientan pasión por la historia de las ideas políticas.

Ideas, ideas y más ideas. Fue allí donde salió el legado de tantas y tantas conciencias destinadas a defender un modelo de país tan diferente unos de otros… Personas dispuestas a morir por unas ideas, que al final no eran más que eso: ideas.

Un grupo de amigos nos hemos puesto en marcha para crear una Asociación en defensa del Frontón Betis. Queremos trabajar para promover el debate de ideas políticas dentro de la sociedad sevillana, que bajo la cordura, esa que tanto faltó, nos lleven a vivir  una España mejor. Pero también defenderemos que la historia de aquella ilusión, de aquel rinconcito donde se perdían los balones frente al quiosco de Juan, no termine en un simple depósito municipal, para vergüenza de todos. Nos proponemos devolver al Frontón Betis la importancia que se merece por historia, para  deleite de todos los sevillanos.